Add parallel Print Page Options

Segunda queja de Habacuc

12 Oh Señor mi Dios, Santo mío, tú que eres eterno,
    ¡no puede ser que estés planeando acabar con nosotros!
Oh Señor, nuestra Roca, tú has enviado a los babilonios para corregirnos
    y castigarnos por nuestros muchos pecados.
13 Pero tú eres puro y no soportas ver la maldad.
    ¿Serás indiferente ante la traición de ellos?
¿Guardarás silencio mientras los perversos
    se tragan a gente más justa que ellos?

14 ¿Somos tan solo peces para ser capturados y matados?
    ¿Somos simples criaturas del mar que no tienen quien las guíe?

Read full chapter

Bible Gateway Recommends